—¡Bienvenidos! —les dijo el gerente de la taquería a los González, que llegaron hambrientos—. ¿Qué les puedo ofrecer?
—Unos tacos al pastor, por favor —contestaron.
—Unos tacos al pastor… pero aquí se paga por adelantado, ¿eh?
—¿Por adelantado? Bueno, de acuerdo.
Pagaron. Se sentaron a la mesa y comieron. Vomitaron ahí mismo apenas terminaron. El gerente les devolvió su dinero con mucha cordialidad.
Los González se retiraron, hambrientos.
No sé si lo entendí correctamente, pero cuando creí haberlo entendido me reí a carcajadas. Un texto palíndromo. Fino.
Correctísimamente entendido. Los González no lo disfrutaron, pero al parecer los lectores sí, y ésa es la idea. Gracias.