De madrugada, una casa vieja y silenciosa interrumpe mi paseo por San Isidro. No muy lejos, se alzan nuevos edificios. Digo a la casa:
Antigua casa,
¿aún no te demuelen?
Vacía, callas.
Ardes, sed. ¡Ra!
De madrugada, una casa vieja y silenciosa interrumpe mi paseo por San Isidro. No muy lejos, se alzan nuevos edificios. Digo a la casa:
Antigua casa,
¿aún no te demuelen?
Vacía, callas.